Summarize this content to 2000 words in 6 paragraphs in english Con los resultados electorales de este domingo en la mano, el PNV y el PSE-EE se han mirado a la cara este lunes. Están condenados a entenderse pese a que chocaron en algunas fases de la campaña. Ya se han cruzado mensajes para abrir una negociación que, salvo imprevistos, desembocará en un nuevo acuerdo para formar un Gobierno presidido por Imanol Pradales (PNV) y con un mayor peso específico de los socialistas. Lo contrario supondría introducir en la fórmula a EH Bildu, el partido que más ha crecido en votos y escaños en estos comicios, a lo que no están dispuestos los líderes socialistas y peneuvistas. “Estoy seguro de que [el PNV y el PSE-EE] nos vamos a poner de acuerdo porque nos une el deseo de darle estabilidad a las instituciones”, ha afirmado el presidente del PNV, Andoni Ortuzar. Y Eneko Andueza, secretario general de los socialistas vascos, ha valorado: “No hay que perder ni un solo segundo en sentarnos y elaborar un programa de gobierno”.Más informaciónLos 27 escaños del PNV (dos menos que en 2020) y los 12 del PSE-EE (dos más) les garantizan la mayoría absoluta en un Parlamento más nacionalista y de izquierdas. Tienen unos dos meses para llegar a un entendimiento, dado que el pleno de investidura del lehendakari se celebraría en la segunda quincena de junio. La misma noche electoral dejaron pistas de que están abocados repetir la alianza que mantienen desde 2016. Los peneuvistas se inclinan, se atrevió a decir Pradales, por un pacto que dé “estabilidad” a un Ejecutivo que refleje la “pluralidad” de la sociedad vasca. Los socialistas, firmes en su negativa a aliarse con Bildu, no tienen otra alternativa para seguir en el poder.En la Ejecutiva socialista de Euskadi, reunida este lunes por la tarde, ha habido unanimidad en apostar por mantener la coalición con el PNV y tratar de ganar presencia en el nuevo gabinete (en la actualidad tres de los 11 consejeros son socialistas). Itxaso Atutxa, presidenta del PNV vizcaíno, ha reconocido en Radio Euskadi que el PSE-EE es su “socio preferente” y que el incremento logrado el 21-A les haría merecedores de tener “más peso” en el Consejo de Gobierno.“En la siguiente, en la siguiente”. La portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, expresaba este lunes con estas palabras en privado su confianza en que el golpe definitivo lo darán en 2027, cuando se abran las urnas para elegir los ayuntamientos y las diputaciones forales. La coalición no disimula su júbilo y resta importancia al papel que con toda probabilidad le tocará jugar esta próxima legislatura en la oposición. El éxito de la formación soberanista se cocina a fuego lento: “No tenemos prisa porque vamos muy lejos”, dice Otegi. Desde 2016, su partido no ha hecho más que crecer. “Es cuestión de tiempo”, admiten en el equipo electoral.Arnaldo Otegi comparece este lunes en un receso de la Ejecutiva nacional de EH Bildu que analiza los resultados electorales.Javier HernándezLo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.SuscríbeteEl líder soberanista comparece este lunes sonriente junto a un cartel que pone “420.722 gracias”. Es la “contabilidad nacional” que lleva esta formación sumando los votos que totaliza en el País Vasco, Navarra y en el sur de Francia. Este domingo subieron hasta los 341.735 votos, a casi 29.000 de igualarse con el PNV. “El cambio de ciclo político ya está aquí”, “el crecimiento es espectacular”, “cambia el mapa político”, se arranca Otegi para sacar pecho. “Si alguien cree que ha ganado, que mire el mapa”, añade.Recuerda que 55 de los 75 parlamentarios electos defienden que “Euskadi es una nación con derecho a decidir” y que 40 apoyan medidas progresistas. Su conclusión es clara: “Hay que cumplir el mandato popular, que quiere más soberanía y más políticas de izquierda”. Ante la complicidad que observa entre el PNV y el PSE para seguir gobernando juntos, el dirigente abertzale advierte de que “la gente exige otro modelo de gobernanza” en el que, según ha sugerido, tendría que participar necesariamente EH Bildu. Y manda el siguiente: “El pueblo vasco ha puesto a cada uno en su sitio” y deja al tándem PNV-PSE con cuatro escaños menos que hace cuatro años.La coalición abertzale se autoproclama como “el ganador estructural” de unas elecciones en las que prácticamente todos los partidos ven algo positivo que celebrar. El PNV por ser la fuerza más votada y tener asegurada la presidencia vasca; EH Bildu por ganar seis escaños y empatar con los peneuvistas a 27, además de quedarse a un peldaño del sorpasso (se queda a menos de tres puntos en porcentaje de votos); los socialistas porque recuperan terreno perdido desde 2009 y serán determinantes para la gobernabilidad, y el PP por frenar una tendencia a la baja que le hizo tocar fondo y sumar parlamentario a los seis que tenía. Incluso en Sumar aseguran tener motivos para estar satisfechos por el escaño conseguido en su debut electoral. El gran perdedor es Elkarrekin Podemos, y así lo reconocen sus dirigentes —es “un mal resultado”, ha dicho su portavoz nacional, Pablo Fernández— tras echar por la borda los seis escaños que tenían y quedarse fuera del Parlamento.Este próximo viernes se escrutarán los votos de residentes en el extranjero. Son 8.197 papeletas que podrían alterar el reparto provisional de escaños. Hay dos actas de los socialistas que estarían en el aire, uno que podría ir al casillero de EH Bildu en Gipuzkoa y la otra que pasaría a Sumar en Bizkaia. La coalición abertzale ve poco probable que sumen el decimosegundo escaño en Gipuzkoa, lo que les daría la victoria en escaños, porque el último escaño en esta circunscripción se dirimió a favor de los socialistas por una diferencia de 1.360 papeletas. El PSE también da por seguros sus cuatro escaños de Bizkaia porque no resulta probable que Sumar les gane en el voto CERA.Suscríbete para seguir leyendoLee sin límites_

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